lunes, 7 de abril de 2008

No Pienses en un Elefante



Néstor Morales T. (*)




Si yo le dijera a usted: ¡No piense en un elefante!, con toda seguridad será en lo primero que usted pensará. No se trata de una torpeza o algo parecido, sino que las personas solemos "movernos" en el mundo, sobre todo en el de las relaciones sociales, a través de marcos cognitivos, es decir sobre recreaciones de imaginarios que concretizan las ideas a través del recuedo de una construcción, un archivo en una carpeta determinada de nuestro disco duro si se quiere con lso que podemos llevarnos con las personas.


Compartir esos imaginarios, o esas construcciones conceptuales acerca de las cosas del mundo con otras personas es lo que lamamos identidad de grupo, de tal manera, la dentficación con ciertos valores, intereses y personas en política pasa por cuestiones muy asentadas en nuestra visión del mundo y por tanto, muy difícil de cambiar.


Cuando hablamos de política el cuento del elefante está muy presente. Así, en el caso de Nixon en USA cuando apareció ante miles de personas y les dijo "Yo no soy un bastardo" hizo que por lo menos el 35 a 40% de las personas que lo veían en ese minuto por TV creyeran firmemente que lo era, pues claro logró con el lenguaje representarselos. Más fácil ejemplo aún es la serie The Simpsons en la que en casi todos los episodios, ese gordo maravilloso que es Homero trata mentalmente de no decir o actuar de determinada manera pero su marco cognitivo lo fuerza a actuar a veces contra de su intereses, mismas razones que la gente vota por Arnold Scharzenneger o Carlos Menem.


Digo todo o anterior para analizar someramente el casod e la acusación constitucional contra la Ministra Yasna Provoste y criticar el actuar estratégico de quienes siempre se encuentran "paleteando" antes que planificando en política, me refiero al propio sector que adhiero, este es el progresismo o izquierda (como usted guste).


Cuando es la propia Presidenta de la República quien además de su actuar evasivo y contradictorio sale a recordar que se está cometiendo un femicidio político en una cultura donde efectivamente un amplio margen de hombres ha golpeado mujeres o abusado en alguno forma de ellas y las víctimas (también votantes) suelen proteger y esconder esos abusos, no consigue precisamente victimizar a la Ministra y si lo hace, sólo encuentra que eld ato pase por alto. Igua cosa sucede con las declaraciones respecto de su origen indígena y su estrato social, cuando vivimos desde hace mucho en un país con una cultura aspiracional en la que nadie quiere siquiera acercarse a los indígenas ni a los pobres por la manifiesta discriminación de color, etnia y cantidad de dinero demostrable que posee la media chilena, cuestón que nuevamente sólo cae de vuelta contra la pobre y vapuleada militante DC.


Aquí se puede verificar la primera falacia en política: "La verdad os hará libres", o sea si les cuentas detalladamente los hechos a las pesonas estas forzosamente arribarán a conclusiones inteligentes y de acuerdo a lo que pensamos. Craso error, lo que interesa a las peronas es la forma cómo nos acercamos a su marco cognitivo, a su universo moral, es decir, cómo a construido su imagen de la familia y con eso traspola a todo ámbito de cosas sus decisiones.


Nada de esto ha estado resnete en el diseño estratégico de La Moneda en la que la cultura de la filtración (intencional y no) es la que prevalece con tintes de autosalvataje y también de arrogancia cmpetitiva y que muy poco, o nada en verdad, se hace por el colectivo teniendo los resltados que vemos por los diarios.


Tampoco se puede echar la culpa a la editorial de los diarios que pertenecen a los mismos intereses de derecha que los parlamentarios o las grandes industrias, cuando se habla desde el colectivo, desde la identidad moral se logra hacer adherir a los que piensan como uno y seducir a quienes ne polítca son centristas, o sea, que su marco cognitivo se modifica en razón de que el candidato o el orador logre hablar desde o hacia su marco cognitivo y hacerlo decidir de acuerdo a su interés.


Qué hacer entonces con las cartas echadas como están.


En ele stado actual de cosas, seguri insistiendo en el tema de la religiosidad de la ministra es un error, funciona ir a alojarse donde los curas pero no la romería que para quienes van a votar a favor o en contra de ella (que no es la opinión pública) lo ven como meddas desesperadas e insultivas a sus marcos cognitivos. Así, para los liberales parecen supercherías mientras que para los conservadores aparece una mujer rtratando de usurpar su terreno moral como es la religión. Entonces debe terminar co el tema de la religión. Por el contrario si algo no se ha explotado es su perfil regionalista, desde ahí debe acercarse al gobierno a hablar con los Senadores que con opción podrían votar en contra de la cusación, hablarles desde la regionalidad de la ministra, del error no forzado, del daño democrático, del compromiso, de asumir la culpa e integraros en las decisiones sobre reforma del Estado, eso es lo que buscan, que se acepten sus ideas más que derribar un Gobierno, lo que buscan es ser integrados como personas importantes y el espaldarazo de La Moneda a quienes entre los cuales se encuentra nada más y nada menos que el Presidente del Senado me parece del todo razonable.


Como cuestion a mediano plazo (a largo plazo estamos todos muertos) está el tema de la re-identificación con los valores que nos hacen progresistas, de izquierda, concertacionistas por fin, pero eso lo iremos viendo con los días y las palbras en este y otros lugares, mientras quedémonos con la tarea más difícil: alejarnos del discurso que su contendor quiere imponerte y concéntrese en frases simples que engloben todo su universo moral, familiar y político, hábleles con sencillez, recuérdeles de donde vienen, cuáles han sido sus errores y aciertos, hágase parte de ellos sin asumir sus palabras, muéstreles sus propias convicciones y por favor, haga lo haga, ¡no piense en un elefante!
Las Amapolas, Abril de 2008



(*) Socio de Morales & Asociados. Director Ejecutivo Observatorio DDHH




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