martes, 29 de abril de 2008

En serio, Podemos vivir juntos!!!


Néstor Morales T. (nestor.mt@gmail.com)


Es difícil vivir juntos, digo, no solamente como pareja, familia o grupo de amigos, también apunto a la vida en sociedad, salir a la calle y llegar a sobrevivir al caos que puede significar esa travesía por la ciudad es casi un milagro en estos días. Pero no es un milagro, al menos en estricto rigor. Se trata del resultado de acuerdos esenciales, básicos si usted así lo quiere, pero acuerdos arraigados en los modos, usos y también costumbres. O sea, en efecto podemos vivir juntos.
La experiencia reciente y creciente en forma vertiginosa del uso de Facebook como herramienta de comunicación y más aún, de identificación social me parece de tal importancia que siento es momento de comenzar a darle una vuelta a nuestras formas de entendernos, de cohabitar y cooperar dentro del progresismo. En efecto, si algo podemos ver en las páginas personales virtuales es la gran cantidad de Quiz que contestamos para identificarnos con figuras, dioses, tipos de besos, filósofos, tendencias políticas, TENDENCIAS POLÍTICAS, que poseemos. La mayor cantidad de esos cuestionarios sobre política y sociedad la responden personas progresistas según arroja un miniestudio de Facebook. De ahí que creo es interesante exponer uno o dos puntos para discutir y sembrar la semilla de la concordia pues, para discordias, disensos y distancias ya tenemos bastante dentro de los partidos y sus cúpulas dentro de la opción progresista o de izquierdas, como guste decir usted.
Cualquiera dirá después de los párrafos precedentes que lo que sigue no es otra cosa que posmodernismo irracional, o peor, algo de filosofía new age desvencijada que invitará al final del artículo a ver cómo se quema una gran estatua de alambre en el desierto. Nada de eso. Quise comenzar poniendo un ejemplo tan general y obvio como el que en sociedad peligramos pero vivimos y vivimos medianamente bien, más aún, a diferencia de personas en el áfrica o en regímenes más duros, tenemos tiempo incluso para quejarnos, para el malestar. Eso es un signo de progreso -quién lo diría- pero así es.
Pasa algo muy similar, y este es el objeto de este artículo, con el progresismo.
Si algo han aprendido los conservadores en años de enfrentamiento contra liberales y progresistas es que la unión hace la fuerza. Incluso esa misma palabra es poderosa y así lo han entendido los regímenes e intentos por “conservatizar” (sí, vale imaginar que se pone a la soiedad en conserva es básicamente su objetivo) a la sociedad: la Unión Americana (El Sur en la guerra de secesión); la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); etc. Son ejemplos como el enmarcar el discruso dentro de referentes claros y concisos, o sea, llegar a acuerdos básicos y comunes es un paso primordial para luego realizar el siguiente, o sea llevarlos a efecto y trabajar sobre esa base, volver a ellos cuando existe contradicción y si ésta persiste, acaben siendo esos acuerdos “LO QUE NOS UNE” el último renglón de una discusión, variar de ello, optar por las apetencias específicas trae sólo la derrota. La historia y la épica desde Troya y el Peloponeso lo vienen demostrando.
Un problema como ese tiene el progresismo. Si hay algo que define ser progresista es la diversidad de sentidos que puede tomar una palabra como esa, o cualquier otra, la gracia de estar del lado de los progresistas es que puedes ser como quieras y aún así te acogeremos, trataremos de protegerte tanto como ara que puedas salir adelante, potenciar tus capacidades, aprovechar tus esfuerzos solidariamente, como padres cariñosos, padre y madre, nos cuidamos entre todos, las tareas se reparten, la responsabilidad es cuestión de todos y buscamos aprovechar los bienes para aprovechamiento de todos ahora y más adelante en el tiempo. Qué gran definición de lo que es ser progresista se dirá usted hasta ahora, pero en ella duermen y despiertan todos nuestros problemas.
Si se da cuenta, con esta definición la vida comienza a ser menos simple, menos fácil que la conservadora. Cierto, seguir un modelo asimilable a la de padres protectores, a diferencia de los conservadores que se guían por un modelo moral de padre estricto, pone las cosas más engorrosas.
Lo que a continuación viene es averiguar cuántas formas más o menos agrupables existen para ser progresistas. Teniendo siempre en cuenta que la convención de los párrafos anteriores es idéntica para todos los progresistas, existen diversas maneras de enfrentar ese modelo básico. Por ponerlo en términos mundanos, todos podemos ser una forma básica de comunicación, un Blog por ejemplo, pero todo agregamos cosas diferentes y elementos que adornan o mejoran según nuestro punto de vista nuestra habitación virtual. Igual cosa ocurre con la forma de ser progresista.
En mi experiencia y lectura he podido llegar a encontrar seis formas generales de progresistas, todas ellas pueden ser puras o no, en todos nosotros cohabitan varias de estas forma -sino todas- sin que colisione con nuestra forma básica de UNIÓN, esto es, el progresismo y es eso lo que quiero destacar.
Estas formas se encuentran diseminadas en diversos estudios, ditintos papers sectoriales e informes de CEPAL y PNUD pero en quien mejor los encuetro resumidos es en las tesis de mi teórico de cabecera ultimamente Geroge Lakhof, sobre todo en Moral Politics. Lakhof explica estas seis formas con matices propiso de estados unidos, aquí globalizaremos o glocalizaremos esos contenidos. No hay un orden ni jerarquía sólo los expongo conforme me acuerdo de ellos.
Así, existe una primera forma progresista que llamaremos Socioeconómicos, este modelo piensa que todo es cuestión de dinero y de clase siendo todas las soluciones de tipo medida económica y de clase social. Otra forma progresista es la de los Identitarios quienes piensan que ha llegado la hora de que su grupo oprimido se desquite y obtenga su parte expropiada hasta hoy por los demás. Una tercera forma de “progres” son los Ecologistas quienes “sienten” que la sostenibilidad de la tierra y racionalidad en su utilización junto con la protección de los pueblos autóctonos es la clave del progresismo. En cuarto término están los de las Libertades Civiles quienes buscan ampliar y proteger las libertades frente a cada amenza que haya de éstas. Luego encontramos a los Espirituales quienes vivien en forma nutritiva su religión o espiritualidad se centra su experiencia religiosa en los demás, en el servicio incluyendo su propia comunidad, este es un espectro amplio desde católicos hasta animistas. Y por último -aunque no ecluyente- se encuentra el modelo de los Antiautoritarios quienes exponen que en el mundo existen toda clase de formas ilegítimas de autoridad y que es nuestro deber luchar contra ellas sean grandes corporaciones o dictadorcillos de turno.
Todas las personas, incluso los conservadores y neocons (Zaldivar; Flores; Mulet) son parte de alguno o varios de estos modelos de progresismo, todos pueden converger en las definiciones que dábamos más arriba el asunto que nos diferencia con los Conservadores y Neocons militantes es que en el rpogresismo seguimos creyendo que son modelos excluyentes, y que nuestra visión particular es la única y mejor manera de ser progresista. Piense en los antiguos militantes de base de partidos de izquierda, su frase habitual sobre las cúpulas: “Ese sí que es radical, socialista, pipiolo, etc. de verdad, como los de antes”. Craso error, excluir ha sido el principal escollo desde los albores de la República para el progresismo. Podemos Vivir Juntos, esa es la consigna.
Piense usted en la izquierda extraparlamentaria, con sus discusiones quiebres y acusaciones recíprocas de “vendidos” “faltos de identidad o clase” son elementos descalificatorios que poseen una carga emocional enorme pero que se ciegan ante el evento más grande y verdaderamente grato de que quieren cosas básicas iguales para todos, por tanto si abandonaran su deseo de primacía sólo por cuestiones particularísmas, en efecto Juntos Podrían pero como sguen abanderándose en sus caracteísticas o subcaracterísticas del progresismo, Ni Juntos Han Podido, Ni Podrán. La Concertación tiene los mismos traumas aunque alcanzar el poder tiene un efecto magnético distinto (miedo a perderlo) que es propio de la política, lo que hace a la postrer todos firmen los acuerdos que los han llevado a detentar el poder durante 20 años.
Qué es lo que viene, Para qué estas reflexiones. No se trata sólo de que existan elecciones pronto y haya que agrupar a los equipos hoy desencantados o dispersos, se trata de responder, principalmente, a la inquietud que habita entre los jóvenes, ese malestar, puede subsanarse si sólo se comienza a enmarcar el discuso en frases cortas y elocuentes; en pesamiento simple, aunque profundo; reenmarcarnos en el pensamiento sutil ese que no trata de poner las botas encima sino sugiere y encanta, moraliza en forma horizontal y hace que vayamos compartiendo principios y valores como se comparte y se disfrutan las buenas cosas del progesismo, de la vida como el amor o el vino: degustándolos.
La experiancia de buscarnos hasta encontrarnos unos a otros en herramientas comunicacionales como Facebook, Sonico y otros esun paso de identidad de grupo propia de las sociedades civilizadas, la búsqueda de identidad particular en los Quiz y en las preguntas por cuestionarios simples es un elemento que muestra un nicho abierto que tenemos que llenar también con acción, para que la política, el debate y trabajo sobre cuestiones públicas (esas que nos importan a todos) no sean solamente una agradable charla virtual. En serio, podemos vivir juntos!!!xD.

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